Los desafíos actuales nos presentan la oportunidad de elegir cómo interpretar lo que está sucediendo en el mundo. ¿Estamos siendo optimistas o pesimistas? ¿Cómo nos relacionamos con las realidades socioeconómicas y políticas actuales? ¿Es posible ser optimista cuando los hechos son muy preocupantes? ¿Cómo nos mantenemos positivos cuando nos enteramos de que en 14 estados de los Estados Unidos han promulgado leyes que limitan los derechos de voto, y que afectan a minorías en particular? Podemos ser optimistas cuando nos enteramos de que nuestros familiares están viviendo en uno de los países con más casos nuevos de COVID-19 en el mundo?

 

Leer las noticias por la mañana o escuchar la Radio Pública Nacional muchas  veces me preocupa. Me pregunto cómo mantener el optimismo y permanecer centrado en un entorno que es tan volátil e injusto, donde la falta de igualdad no se puede pasar por alto por más tiempo.  Mi pareja sigue diciéndome que si  Estados Unidos  se convierte en un país ultraconservador,  no quiere vivir  más aquí.  Curiosamente, yo soy un inmigrante, y él es nativo de Milwaukee, Wisconsin . 

 

Martin Seligman, padre de la Psicología Positiva, en un webinar reciente, del 17 de junio en la conferencia WBECS, diferenció perspectivas pesimistas de las optimistas basadas en tres factores clave: el tiempo (lo que suceda es transitorio, en vez de quedar para siempre), la situación (esto es solo una situación específica y no es todos los casos, o todas las personas), y el grado de control (podemos planificar alrededor de ella en vez de sentirnos completamente fuera de control).

 

Considera un desafío actual que estás teniendo. ¿Estará allí para siempre o durará solo algún tiempo? ¿Está sucediendo localmente o en todas partes? ¿Se puede planificar en torno a él? ¿Hay algo dentro de tu control que te permita lidiar con la situación? ¿Hay otras interpretaciones posibles que podrías considerar? ¿Estás tomando una postura pasiva en torno al desafío?

 

Puede ser que no podamos cambiar los hechos, pero sí podemos hacer algo con respecto a nuestra relación con ellos. Todavía tenemos el control de nuestras interpretaciones, decisiones y acciones.  La Psicología Positiva ofrece algunas distinciones para ayudarnos a construir resiliencia y navegar algunos  de estos desafíos. No me refiero a expectativas poco realistas, sino a un optimismo basado en hechos.

 

Nuestro cerebro tiene una tendencia a distorsionarse y ser catastrófico. ¿Existe la posibilidad de considerar que las cosas estarán bien después de todo? ¿Qué podemos ganar de esta experiencia? ¿Cómo podríamos transformar algo con un impacto negativo en una oportunidad de aprendizaje?

 

La investigación muestra que las personas optimistas son más felices, más saludables, se recuperan más rápido, se esfuerzan más y renuncian menos, y como resultado tienen una tendencia a ser exitosas.  Seligman sugiere que desarrollemos PERMA para florecer y recuperar el optimismo. El acrónimo PERMA significa:

 

P:  (pleasant emotions) Emociones agradables. Buscar oportunidades para cultivarlas.

E: (engagement) Compromiso. Participar y entregarse plenamente en todas las actividades.

R:  (relationships) Relaciones de apoyo. Invertir tiempo en las relaciones interpersonales. 

M: (meaning) Significado y propósito. Encontrar razones para hacer lo que hacemos. Aclarar nuestros valores.

A: (achievement) Logros. Implementar planes que nos permitan alcanzar resultados a corto plazo.

 

Centrarse en estos cinco elementos puede ayudarnos a tener una visión más optimista de la realidad, y como resultado, a desarrollar mayores niveles de bienestar. Vale la pena considerar cómo aplicarlos en nuestras vidas. Admito que no siempre es fácil ser optimista, pero me ha ayudado a navegar el COVID-19 en mi vida personal y apoyar a mis clientes, colegas y a la gente que amo.

                                               Damian@goldvargconsulting.com 
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